El artista Felipe Yung (Flip) lha trabajado con arte urbano desde la década de 1990. Así, crea personajes, seres imaginarios, que ocupan las calles de ciudades de Brasil y de todo el mundo. Flip, por diversas vezes, experimenta con grafitis a gran escala en los frontones de los edificios. Especialmente invitado a ocupar los 1.900 metros cuadrados del Salón Mauá, Flip nos presenta Siga flutuando (Sigue flotando, en tradución libre). Para adaptarse a las dimensiones superlativas del espacio, su escultura hinchable mide aproximadamente ocho metros de altura y nueve de diámetro.

Con evidentes referencias a los dibujos y grabados orientales, Flip ha estado investigando los seres acuáticos. Especialmente las medusas. Vemos entonces, en la inmensidad del salón azul el desafío al que se enfrentan de forma tan peculiar las medusas: mantenerse flotando. Recordemos que por medusas también se llaman seres caracterizados por gigantescas extensiones tentaculares rematadas por un cuerpo translúcido. De este modo, colores brillantes y estridentes se captan por los cnidarios, su nombre científico.

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Pensar en el fondo del mar nos acercó al artista, así como nos recordó a Santa Rosa en la piscina del hotel-casino. Aquí se celebran los 80 años de Quitandinha, sin dejar de ser atrevidos, mirando a la instalación; todo ella es un desafío. Pensar, fabular y invitar al público a descubrir, a través del arte, las múltiples posibilidades de una naturaleza extravagante. Y conscientemente, como es el interés del artista, reflexionar sobre los posibles desequilibrios naturales cuando hay excesiva presencia de medusas en el mar.

Fotografía  Thomas Mendel, Lucas Landau.

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